Los beneficios de la reforma para los trabajadores serán los siguientes:
a).- Se disminuye el plazo de cotización para tener derecho a una pensión de cesantía en edad avanzada o vejez, de 1250 semanas (24 años de cotización) a 750 semanas (14.4 años de cotización), las cuales se irán incrementando en un periodo de 10 años, hasta llegar a 1,000 semanas de cotización (19.23 años).
b).- La pensión garantizada pasa de ser de un mismo monto para todos, que actualmente es de 0.8 salarios mínimos ($3,289), a un monto variable en función de la edad, salario y semanas de cotización, para oscilar entre un valor de 0.7 salarios mínimos ($2,587.62) y 2.2 salarios mínimos ($8,132.52), teniendo un monto promedio de $4,345.00 a valores actuales.
c).- Las tasas de reemplazo (que son los porcentajes sobre el monto del último salario que constituyen el monto de la pensión), se incrementan de la siguiente manera:
| LEY | TASAS DE REEMPLAZO | ||||
| 1 SM | 2 UMA | 3 UMA | 4 UMA | 5 UMA | |
| LEY VIGENTE | 68% | 40% | 30% | 23% | 21% |
| REFORMA | 69% | 78% | 60% | 46% | 44% |
d).- Los pensionados con pensión autofinanciada pasan del 22% en la ley actual al 15% con la reforma. Los pensionados con pensión garantizada pasan del 34% con la ley actual al 82% con la reforma. Las negativas de pensión (que dan derecho a recuperar los recursos de la Afore) pasan del 44% con la ley actual al 4%.
e).- La cuota obrera al IMSS no se incrementa, quedando en 1.125%.
f).- Otro efecto altamente posible de la reforma es que quienes terminen pagando finalmente el costo de la misma sean los propios trabajadores, año con año, si los patrones optan por una medida totalmente lógica, de conceder incrementos anuales un punto menor a los que podrían otorgar, ya que ese punto adicional lo van a tener que dedicar al “cochinito para el retiro” de los trabajadores.
